Hacia modelos híbridos de participación ciudadana

Durante tres meses hemos tenido la oportunidad de impartir la formación “Diseño y facilitación de sesiones en línea para la participación ciudadana” organizado por la Diputación de Barcelona. Este espacio formativo nos ha permitido compartir nuestra experiencia en el último año en el diseño de procesos incorporando sesiones en línea y la práctica y valoración de herramientas digitales que podemos incorporar para facilitar y generar las dinámicas de trabajo.

Compartimos con vosotros algunas de las ideas principales que surgieron de esta diagnosis que elaboramos de forma colaborativa con los equipos técnicos municipales y de la DiBa con la voluntad de ir concretando retos y estrategias para aprovechar las potencialidades de la participación digital, sin renunciar a la presencialidad, para garantizar la calidad de la participación ciudadana.

Ahora queda por delante el reto de repensar la participación no desde la lógica presencial, buscando la adaptación en el mundo digital como sustitutivo, sino incorporando una mirada diferente que integre las herramientas y los espacios para generar sinergias que nos ayuden a mejorar la diversidad, los saberes, la generación de comunidad y el impacto de la participación. Y esto implica también avanzar más hacia procesos colaborativos.

Compartimos con vosotros algunas de las ideas principales que surgieron de esta diagnosis que elaboramos de forma colaborativa con los equipos técnicos con la voluntad de ir concretando los retos y las estrategias para aprovechar las potencialidades de la participación digital, sin renunciar a la presencialidad, para garantizar la calidad de la participación ciudadana.

Fortalezas y oportunidades de las sesiones en línea

  • Podemos llegar a colectivos que no participaban de forma presencial.
  • Facilitan la transparencia y la trazabilidad de las aportaciones.
  • Se enriquece la participación y el trabajo transversal (se ha observado más participación de perfiles técnicos y políticos en los espacios virtuales).
  • Puede tener un impacto muy positivo en los espacios de participación estables de los municipios, haciendo reuniones en línea y teniendo espacios de trabajo en plataformas de participación. Se ha observado en las experiencias de los municipios que la participación digital ha ayudado a incorporar a nuevos perfiles en los espacios estables de participación y esto puede suponer una renovación y fortalecimiento de éstos.
  • La participación digital supone un aprendizaje para todo el mundo y contribuye a adquirir habilidades digitales, tanto de los equipos técnicos-políticos como de la ciudadanía.
  • Las sesiones en línea, según las experiencias compartidas, han generado una buena experiencia en espacios de deliberación con debates enriquecedores y más plurales.
  • Las herramientas digitales, en continúa evolución, pueden contribuir a generar sesiones más dinámicas, facilitar la recogida de aportaciones y contribuir a la toma de decisiones.
  • Algunas de estas herramientas también se pueden utilizar en las sesiones presenciales y aprovechar los beneficios que aportan.

Debilidades y amenazas de las sesiones en línea

  • Existe una brecha digital clara de acceso a la tecnología y a la alfabetización digital. Este es uno de los grandes retos de las administraciones, y mientras exista esta desigualdad se tiene que garantizar el derecho a la participación de los colectivos que pueden quedar excluidos de los espacios virtuales: generando espacios presenciales, poniendo al alcance recursos tecnológicos y contribuyendo a la alfabetización de la ciudadanía (enfoque pedagógico).
  • Las personas que habitualmente participaban en sesiones presenciales, durante las sesiones en línea participan menos y de manera menos activa.
  • Las pantallas y el contexto de la sesión pueden dificultar la concentración y la comunicación entre las personas asistentes, así como las incidencias técnicas pueden dificultar la misma participación o el desarrollo de las sesiones.
  • Aplicar dinámicas presenciales y no idear desde la mirada digital pueden dificultad la dinámica o el clima de la sesión.
  • Existen riesgos por las dificultades en la interacción y la vinculación, así como la posibilidad de obsesionarnos con las herramientas digitales y perder la escucha, la calidez y la proximidad.

A escala de las administraciones, es fundamental tomar conciencia de los cambios que supone y de los recursos necesarios para poder generar una participación de calidad generando procesos híbridos (económicos, humanos, tecnológicos, organizativos,…). Un tema capital compartido es la formación de los equipos técnicos, la creación y dinamización de redes de aprendizaje, así como la dotación de los recursos tecnológicos necesarios para desarrollar espacios virtuales.

Otros retos para abordar desde el punto de vista de los y de las profesionales de la participación en las sesiones en línea son cómo generamos vínculos con y entre las personas participantes, cómo desarrollamos espacios realmente deliberativos y cómo acompañamos a las personas en este aprendizaje. Hay que repensar el diseño metodológico de los procesos.

Tenemos que recuperar la presencialidad, lo necesitamos, aprovechando aquello que hemos aprendido este último año y medio. Tenemos que desarrollar estrategias y modelos híbridos. Corremos el riesgo de perdernos en el agotamiento digital o la fascinación por las aplicaciones y su potencial, si olvidamos que el diálogo frente a frente es lo más enriquecedor, para las personas, para los espacios y para los procesos.